Miguel Marra, responsable del negocio de arroz en Food and Ingredients de la multinacional Bunge, contó que la compañía se mete por primera vez en el mercado arrocero. Para ello, quiere entrar por la puerta grande con dos herramientas: "Imponiendo que la calidad del grano sea analizada por la Cámara Arbitral de Cereales de Santa Fe y Entre Ríos, y además que la operación se haga por boleto de compraventa, sellado por las entidades bursátiles".

La entrevista con Marra se llevó a cabo en el edificio Nordlink, en Puerto Norte. El ejecutivo contó la experiencia de su trabajo recorriendo provincias productoras.

Cuando comenzaron a delinear el proyecto, seleccionaron productores para comprarles arroz cáscara y así, eligieron a tres molinos que le hacen fasón a la multinacional, entre ellos se encuentran; La Celestina (Santa Fe) Marcos Schmukler (Entre Ríos) y Victorina Arroz, de (Corrientes).

Por consiguiente, la empresa compró parte de las 11.000 toneladas de arroz cáscara, a través de su propio sistema de canje de insumos. Cuando Marra cuenta el volumen de comercialización se ríe espontáneamente. “No es la nada, sé que es un año difícil para el arroz y entramos tarde al mercado, tendríamos que haberlo hecho a mitad del año pasado y salimos a comprar en mayo. Sabemos que dentro de un mes cuando se necesite la plata para preparar el suelo, vamos a tener un mayor rédito o tal vez no. Esas toneladas sirven para comenzar a exportar y ver cómo es la operación del mercado”, explicó.

Cuatrocientas toneladas se exportarán a República de Angola en bolsas de 25 kilos, en 16 contenedores que saldrán del Puerto de Buenos Aires. El resto de las toneladas se repartirá entre Brasil y Chile, además un porcentaje al mercado interno que llevará la marca del aceite de la compañía Alsamar y Siglo de Oro, que se comercializa en el norte del país. Asimismo aseguraron que usarán los mismos canales de comercialización.

De hecho el arroz cáscara lo están pagando a $ 1.200, la ecuación es que el mercado está pagando $1.100 a retirar en chacra, "nosotros estamos comprando en puerta de La Celestina, no hay diferencia y no estoy sobrexcedido. Fue una estrategia, pero Bunge no salió a reventar el mercado. Tengo el nombre grande pero soy chico en volumen", disparó y se sinceró Marra.

La metodología que están formalizando, es de un mecanismo poco visto en el mercado, la calidad del arroz cáscara la analiza la Cámara Arbitral de Cereales de Santa Fe y Entre Ríos. “Eso es una forma de transparentar la calidad, nos interesa como en otros cereales que en el arroz sea igual, cosa que hoy no se está haciendo sino que se va a la Cámara por un litigio. Es decir hoy, el productor te liquida según el análisis del Molino”, describió Marra.

Además, agrega “con las Bolsas trabajamos con comisionista, retiran la mercadería de los Molinos, se analiza la materia prima y por web el productor puede ver el certificado, es una forma de transparentar el negocio. La operación la hacemos con boleto de compraventa que está sellado por las entidades bursátiles. Los productos no sabían de esté mecanismo, tuvimos que explicarle uno por uno, que es una forma de liquidar y transparentar la operación". A su vez, resalta que la compañía no puede comprar arroz si el productor no tiene los papeles en regla, es por eso que tratan de estimularlo para que se asocié a las Bolsas.

Por otra parte, consideró "una sorpresa" que en el mercado no esté formalizando este mecanismo. "Son dos herramientas en las cuales estamos imponiendo, pueden existir los que no estén de acuerdos, pero nosotros vamos a seguir trabajando así. Creo estamos dando una tranquilidad y transparencia al negocio que hasta ahora no lo tenía, entre comillas”, indicó.

“Para nosotros es gratificante que de los cuarenta contratos firmados, los productores estén de acuerdo con esté mecanismo a pesar que los hicimos renegar con la presentación de 10.000 papeles. Son señales que en el mercado del boca a boca estamos bien. El objetivo nuestro, no era entrar y ser el mayor productor sino entrar por la puerta grande para que nos sirva de complemento de los negocios que venimos haciendo”, enfatizó.

En este contexto tuvo la particularidad de detenerse a explicar, “no entramos para competir con ningún grande ni con un chico, entramos a hacer nuestro negocio, entramos despacio e imponiendo nuestras reglas que fue aceptado por los productores”. No obstante, recalcó "posiblemente esté bien lo que están haciendo en el mercado pero no decimos que está mal sino que estamos imponiendo la forma de trabajo, -como base primaria es trabajar transparentemente-”.

El objetivo de la multinacional es aprender a comercializar el arroz en Argentina ya que en Brasil ya son fuertes en el mercado. "No pensamos en el margen de ganancia pero si nos queda un dólar estaremos felices que fluya la operación, la intención es hacer funcionar el negocio dentro de Bunge Argentina", señaló haciendo hincapié que la empresa está en proceso de inversión.
Fuente: Ruta de Arroz - Regina Sujovirsky