Los resultados de la encuesta muestran que la siembra inició en la segunda quincena de agosto y finalizó en la primera quincena de octubre.
El 80 % de la superficie encuestada se implantó en el mes de septiembre, el 8 % en agosto y el 12 % restante en octubre.

Los resultados de la encuesta reflejaron un total de 33 híbridos. En la Figura 2 se detalla en orden decreciente los 20 primeros híbridos.

En todos los casos se registró fertilización al momento de la siembra.
El fertilizante más utilizado fue el fosfato monoamónico en el 52 % de los casos. La dosis más frecuente osciló entre 81 a 100 kg/ha. En base a la concentración de nitrógeno (N) y fósforo (P) del fosfato monoamónico, la dosis más frecuente implica aproximadamente un aporte de 9 a 11 kg/N/ha y 42 a 52 kg/P/ha.
En segundo lugar de importancia se ubicó el fosfato diamónico con el 47 %. La dosis más frecuente osciló entre 61 a 80 kg/ha. En base a la concentración de N y P del fosfato diamónico, la dosis más frecuente equivale aproximadamente a un aporte de 11 a 14 kg/N/ha y 28 a 37 kg/P/ha (ver Figura 3).

En todos los casos se registró refertilizaciones en estado vegetativo.
En la encuesta el fertilizante más utilizado fue la urea con el 60 %. Cuatro dosis resultaron las más empleadas: 121 a 140 kg/ha, 141 a 160 kg/ha, 161 a 180 kg/ha y 181 a 200 kg/ha, con una frecuencia de participación de aproximadamente el 22 %. Si se considera la concentración de N en la urea el rango de aplicación en estas cuatro dosis osciló entre 56 a 92 kg/N/ha.
El solmix se ubicó en segundo lugar con el 32 %. Se destacan dos dosis: 121 a 140 l/ha y 161 a 180 l/ha. La concentración del solmix es del 28 % de N y su densidad del 1,32 g/l, por lo tanto, en estas dos dosis se aplicó entre 45 a 67 kg/N/ha.
Finalmente el uan abarcó el 8 % restante y la dósis más empleada fue de 121 a 140 l/ha. La concentración de N es del 32 % y su densidad del 1,32 g/l, esto representa en la dosis más frecuente un aporte de dentro del rango de 51 a 59 kg/N/ha (ver Figura 4).